Hilos mágicos tensores en Beauty & Co

Hilos mágicos tensores en Beauty & Co
¿Qué son los hilos mágicos?

Los hilos tensores son hilos suspensorios de Polidioxanona (PDO), totalmente compatibles, reabsorbibles, seguros y con resultados duraderos. La razón por la que los llaman “hilos mágicos” deriva de la auténtica innovación que representan con respecto al resto de hilos tensores: el material del que están fabricados, el Polidioxano, crea tejido de soporte de forma natural por la producción de colágeno y fibroblastos alrededor del hilo insertado, que tensan y redensifican la piel.
¿Cómo se colocan?

Se distribuyen con una aguja fina que sirve de guía a nivel del tejido celular subcutáneo en profundidad y de forma uniforme. Son hilos provistos de pequeñas espículas (en forma de espiga) que les permite anclarse en el tejido que se implantan sin anclajes ni suturas, de forma muy sencilla y rápida. Practicamente indoloro.

Entre sus principales ventajas destaca que estimulan la estructura del tejido reactivando la red de colágeno de la piel, y no se detectan al tacto ni a la vista.  

La técnica de la implantación se individualiza para cada paciente en función de la edad, la fisonomía y el grado de envejecimiento, y se puede combinar con otras técnicas si es necesario, exceptuándo ácido hialurónico y rafiofrencuencia.
 
VENTAJAS
 
  • Rejuvenecen la piel del rostro desde adentro hacia afuera.
  • Estimulan la piel para crear nuevo colágeno y fibroblastos.
  • Piel más elástica y brillante.
  • Sin sangrado y sin cicatrices, los hilos de PDO no presentan artefactos de anclaje, ni tienen que ser suturados.
  • Son reabsorbibles y biocompatibles, sin rechazos ni procesos alérgicos.
  • El procedimiento es rápido e indoloro y tiene una duración de 20 a 30 minutos, y el paciente puede incorporarse a su vida habitual de forma inmediata.

Resultados

Los resultados son progresivos y naturales, en armonía con la fisonomía del paciente, sin cambios radicales ni aspecto artificial. El cambio no es al momento, se puede ver el efecto definitivo a las tres semanas, mejorando continuamente alcanzando la plenitud a los 3 meses. Esto es bueno puesto que al no ser el cambio radical la gente no tiene por qué darse cuenta del tratamiento, sino que progresivamente se ve un aspecto mejorado y más joven.
El resultado tiene una duración de hasta 12 meses. 

Los efectos secundarios son mínimos: edema, enrojecimiento o algún hematoma, que desaparecen al poco tiempo. Los pacientes pueden incorporarse inmediatamente a su actividad habitual.
¿Quiénes son candidatos?

Personas a partir de los 35 años, que inicien ya los primeros signos de flacidez facial o bien como tratamiento preventivo. Es una excelente alternativa para “prevenir”, “reparar” y “mejorar” la flacidez gravitacional, además de retrasar durante algunos años un lifting quirúrgico.