Hay hábitos que ayudan a reducirlas, como los que os hemos ido dejando en nuestras redes sociales esta semana, pero cuando el caso está muy avanzado la única forma de solucionarlo es con cirugía: Blefaroplastia. Con esta operación podemos eliminar el exceso de piel, las patas de gallo, bolsas de los ojos y ojeras.

¿En qué consiste?

Mediante anestesia local se realizan unas incisiones en la piel de los párpados para liberar y eliminar el exceso de piel y tensar el músculo orbicular. Después, se extrae la grasa necesaria para eliminar las bolsas palpebrales. Por último, se cierran las incisiones con una sutura muy fina, que suele cicatrizar sin problemas y sin dejar marcas visibles a los 3 meses. Los párpados son una de las zonas del cuerpo que mejor cicatrizan. La intervención suele durar 1 o 2 horas.

Cuidados Post operatorios

Se aplica una pomada oftalmológica y apósitos con suero fisiológico muy frío para reducir la inflamación. No es necesario tapar los ojos impidiendo la visión. Los resultados son visibles a los 15-20 días.

¿Quién puede realizarse esta operación?

La blefaroplastia es una intervención que cada vez se realiza en hombre y mujeres más jóvenes, con edades comprendidas entre 30-40 años.

Los candidatos ideales para esta cirugía son aquellos que:

Sufren de un exceso de piel que les impide ver bien.
El exceso de grasa en el párpado superior reduce la visión del ojo.
Tiene bolsas y ojeras en el párpado inferior.
Su cara ofrece un aspecto cansado y más años de los que tiene debido al exceso de piel y grasa en sus párpados.
Tiene exceso de piel y arrugas muy finas en el párpado inferior.
Aquellas personas que se ven la cara con aspecto de cansancio incluso después de dormir 8 horas.